miércoles, 26 de junio de 2013

Cuando el coche pierde aceite



Siempre me ha parecido que el comercio ha jugado un papel muy importante a la hora de ayudar a moverse, como poco, la economía.

Ya en la época feudal, fue el comercio lo que rompió un sistema económico basado en los señoríos y los siervos. Incluso en el mundo actual, es el comercio uno de los factores, si bien no el único, claves en el desarrollo de los pueblos.

Sin embargo, el comercio también tiene un lado oscuro cuando se combina con el crédito fácil. Al fin  y al cabo, consumir a crédito es adelantar un consumo futuro que, de no ser por este dinero, no podría producirse hasta haber ahorrado la cantidad necesaria.

Además, este consumo a crédito hace que no tengamos tiempo de reflexionar si de verdad necesitamos algo. Recuerdo cuando, de pequeño, tenía que ahorrar la paga para conseguir cierto juguete y, cuando por fin reunía la cantidad, el juguete en cuestión ya no me parecía tan maravilloso.

La cosa cambiaba si me compraban el juguete en el momento, lo que sucedía poquísimas veces, a condición de descontarme su importe de la paga, en ese caso, con el raciocinio obnubilado por el “clic caballero negro”, aceptaba. Para cuando terminaba de pagarlo, ya me había aburrido.

Ahora, ha paso lo mismo. Hemos adelantado tanto consumo absurdo que no tenemos para el imprescindible, además de que cada vez tenemos menos dinero, merced a los impuestos o al coste de la vida. El comercio ya no lubrica la economía y las chispas que saltan en la maquinaria adquieren forma de desempleados…

Y lo peor, no tiene visos de cambiar la cosa... es lo que tienen las deudas, que hay que pagarlas... y si encima no las has contraido tu (que también se juntan a las tuyas), sino tu des-gobierno, todavía peor...

jueves, 20 de junio de 2013

Economías de escala



¿Os habéis preguntado por qué a pesar de que el consumo baja, los precios suben? Esto es algo que me preocupa y que, entiendo, está relacionado con la reducción de las economías de escala.

Una economía de escala se aprovecha de su gran producción para conseguir maximizar sus recursos y minimizar sus costes. Sin embargo, si produce la mitad de lo que está diseñada para producir, sus costes se incrementan cada vez más.

Por ejemplo, una máquina envasadora consume la misma electricidad aproximadamente si envasa 1.000 botellas a 1 botella por segundo que si envasa 500 botellas a una botella cada dos segundos. Sin embargo, el pedido de botellas, al ser menos, consigue un peor precio del proveedor.

Las economías de escala basan su éxito en el abaratamiento de costes que se producen al generarse ciertas sinergias que no pueden generarse en producciones más pequeñas. Bien, a donde todo esto me lleva es a pensar que cada vez habrá menos productos disponibles y, los que haya, lo estarán a mayor precio.

Tal vez estéis pensando en teléfonos móviles y camisas de marca. Yo pienso en zapatos para el día a día y ciertos alimentos. Si la pérdida de la economía de escala afectara sólo al consumo suntuario o accesorio, vale, no hay problema, pero ¿y si afecta al consumo imprescindible?

Pd: muchas gracias a tod@s por vuestros ánimos y vuestra comprensión, la verdad es que está siendo muy duro adaptarse a la nueva situación... quien me iba a decir que iba a ser más feliz siendo un pringado... jajajajaja

viernes, 14 de junio de 2013

Lo siento pero no puedo evitarlo



Después de años dando guerra por aquí, he llegado a un punto en que ya no me resulta tan fácil sacar tiempo para seguir escribiendo a diario.

La principal causa que me impide acudir con puntualidad británica a nuestra cita diaria es que, hace un mes entré en el despacho de mi jefe con la esperanza de que la empresa me despidiera para emigrar y salí con un ascenso debajo del brazo.

Ahora tengo unas responsabilidades que me exigen muchas más dedicación de la que necesitaban antes y, por eso, tengo menos tiempo para pensar sobre la economía y escribir.

De momento, no tengo pensado dejar sihaycrisis, pero entre mis múltiples obligaciones (blog, Actibva, trabajo, carrera, inversión, etc…) he llegado a un punto en que apenas dispongo de tiempo para mí y para la gente que me importa y claro, no se puede estar a todo.

Por otro lado, cuando empecé el blog estaba en los primeros años de carrera, dulce juventud jajaja, ahora estoy a punto de acabar y las asignaturas me requieren cada vez más tiempo de modo que, por la tarde, tampoco puedo dedicar a sihaycrisis el tiempo que me gustaría.

Ya os digo, no voy a dejar de escribir porque me gusta, disfruto hablando con vosotr@s y aprendiendo de lo que me contáis. Tan sólo voy a bajar el ritmo, porque no tengo más remedio y a pediros paciencia.

Un abrazo y buen fin de semana.

miércoles, 12 de junio de 2013

Un trío imperfecto



Pienso que buena culpa de los problemas de desempleo que estamos teniendo se basan en la complicada relación que existe entre la necesidad de factor trabajo (empleo), la población existente y la productividad.

Ante una mismas necesidades de producción (y no digamos si éstas son menores), si la población crece, aumentará el desempleo y, al haber más mano de obra disponible, bajarán los salarios, luego bajará el consumo (por la bajada salarial) y acabará disminuyendo la producción iniciándose un círculo vicioso de decrecimiento.

Ante unas mismas necesidades de producción, si la productividad crece, hará falta menos gente para producir lo mismo, de modo que cada vez más gente se irá al paro. Esto hará que, a la larga bajen los salarios de la mayoría y suban los de unos pocos. El consumo se reducirá y se iniciará la espiral de decrecimiento.

Al final, la única forma de que no llegará el decrecimiento sería que, conforme aumenta la población, aumentara la producción por un mayor consumo y que los sueldos aumentaran en la misma medida.

El problema, al final, es que cada vez hace falta menos gente para hacer lo mismo y, además, cada vez hay más población en la tierra. El sistema económico, lejos de tender a estabilizarse, tiende a todo lo contrario y, debido a eso, vivimos una sucesión cada vez mayor de crisis y burbujas, cada una más violenta que la anterior.

El sistema se tambalea porque no puede ser de otro modo, sin embargo, en una criatura cuya vida se cuenta por siglos, es difícil saber cuándo se derrumbarán las paredes del resquebrajado edificio…

Pd: Bucan, tu nuevo sistema de comentarios es muy problemático, ¿podrías volver al antiguo please?

lunes, 10 de junio de 2013

Comité de expertos



El presidente de la confederación de labriegos de la Cuenca del Rebolledo encargó a una comisión de expertos el estudiar qué se debería plantar en las tierras aledañas. Para asegurar que la comisión no perdiera el tiempo divagando, el consejo de la confederación les entregó una serie de “pequeñas restricciones” para que se ciñeran  ellas.

1.- Los cultivos analizados debían de restringirse a lechugas o trigo.

2.- Preferiblemente, debía plantarse cultivos de hoja verde.

3.- El objetivo final debía ser obtener vegetales buenos para hacer ensaladas.

4.- De los cinco integrantes de la comisión, tres debían pertenecer a la asociación “Amigos sempiternos de la lechuga romana”.

Tras semanas de deliberaciones y comilonas a costa de la confederación, la comisión de expertos dictaminó que lo que se debía plantar eran lechugas, esta decisión sorprendió a todo el mundo por osada, sin embargo, la aceptaron de buena gana.

¿Os parece disparatada la historia? Pues deberíais ver la comisión para el estudio de las pensiones públicas.

No sólo el gobierno prefijó una serie de restricciones sino que, además, cuatro de sus miembros están vinculados al mundo de los seguros y los planes de pensiones privados y es que, la realidad, bien puede superar a la ficción…

Está muy bien eso de las comisiones de expertos, pongo a quien quiero a dedo y casi le redacto lo que tiene que decir...

Pd: se ofrece experto en lo que sea por horas, pedir por Insignificantius, dietas y comilonas a costa de los impuestos serán bienvenidas.
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